miércoles, 30 de septiembre de 2015

Yo antes de ti


Este libro venía con una crítica magnífica, todo lo que había oído de él era positivo incluso emocionante. Cuando lo encontré en edición bolsillo, pensé: ¡ahora o nunca! -es mi excusa perfecta-. Pero sin embargo me ha decepcionado muchísimo. Es lo que pasa cuando se tienen tantas expectativas. Es que es tan previsible... Os cuento.

Ella, chica inocente, casi tonta, con poca experiencia en la vida, que se conforma con lo que tiene y que se vale de sus rutinas para sobrevivir. Encantada, Lou Clark.
Él, chico rico, deportista, activo, atractivo, exitoso, que sabe lo que quiere, que recorre el mundo -y tiene dinero para pagárselo- y que elige su vida. Encantada, Will Traynor.

Él es víctima de un accidente y se queda tetrapléjico.
Ella se queda sin trabajo -en un bar- y la contratan como cuidadora, para darle compañía.

¿Sabéis qué va a pasar? Pues claro, se enamoran. Pero él ya había tomado una decisión. No os puedo contar más, pero sé que os lo imagináis.

Es cierto que la narración es ligera, activa y bien estructurada, pero no me ha dejado sabor a emoción, apenas tiene un atisbo de esperanza ni un ápice de sorpresa. Bonito, sí. Previsible, totalmente. Resultado: tres de cinco y gracias.

martes, 8 de septiembre de 2015

Alguien como tú


Terminado y gracias.
Me llamó muchísimo la atención la portada de este libro y como nunca leo las sinopsis para no crearme expectativas -lo de esta en concreto es de traca, ya te dice que va a morir la protagonista-, pues lo compré con mucha ilusión. Pero me ha costado un mundo terminarlo... ¿Por qué?
Primero, es previsible. Se sabe qué va a pasar desde las primeras diez páginas. No es que lo intuyas o lo supongas, es que lo sabes. Sin embargo, hay veces que aunque lo sepas la forma de narrarlo puede hacer que te olvides del nudo principal y te vayas adentrando en los matices, en las sensaciones, en los sentimientos.

La historia de Jean-Pierre y Paulina es una historia de amor que nace en cuatro días -literalmente, me temo- y dura toda la vida, con elementos que ya todos conocemos: París, una presentación "fortuita", un beso robado y el amor. ¡Hala! De repente. De ella conocemos cómo es físicamente, qué siente y cómo se subleva a lo establecido y a lo socialmente aceptado -solo en esos cuatro días-. De él, el típico galán de París, lobo solitario, con una historia detrás -obviamente- y que encuentra al amor de su vida que nunca olvidará. Hay aeropuerto  y despedida, como no podía ser de otra forma.

También creo que abusa de la descripción: párrafos y párrafos sobre una calle, el color de las flores o las iglesias de París. Excesivos detalles de elementos secundarios que no hacen sino dar lentitud a la novela y dejarte con la sensación de que no pasa nada interesante.

Tras más de 200 páginas, hay una pequeña sorpresa que dura un párrafo. Y después, vuelta a la oscuridad. Me deja una amarga sensación de no haber disfrutado nada de nada leyéndola.

Una pena.

jueves, 3 de septiembre de 2015

Millenium 4: Lo que no te mata te hace más fuerte


Me cuesta empezar a escribir esta crítica.
Quienes hemos disfrutado, amado y anhelado a Stieg Larsson, temíamos que esta cuarta parte de la brillante trilogía -ahora tetralogía- Millenium no estuviera a la altura. Pero... ¡Impresionante!
Ya conocemos a los personajes:
Mikael Blomkvist es periodista, tenaz, locuaz, brillante, contradictorio, taxativo, inteligente...
Lisbeth Salander es... única. Un personaje femenino excelente, apasionada, extravagante, emocionante, fría pero justa, extremadamente inteligente, dura. Uno de los personajes femeninos mejores perfilados que he leído en mi vida.

Los personajes secundarios siguen ocupando un papel principal y, aunque esto os suene contradictorio, su rol es tan importante para la historia que son secundarios excelentes, casi secundarios principales. Erika, por ejemplo, una maestra de la elegancia, del saber estar, de la práctica correcta, de las relaciones, tan esencial para que Mikael que sin ella, él sería menos periodista, menos tenaz, menos, incluso, amante.

Es complicado explicaros la trama sin caer en el error de desvelar acontecimientos esenciales para el libro. Está perfectamente hilada pero no previsible en absoluto; cuando crees que sabes por dónde va a acabar todo, te llevas un susto de muerte, temes por la vida de los protagonistas, sabes que algo va a pasar pero en el fondo no tienes ni idea. Deseas leer con avidez y casi saltarte párrafos para atisbar algo de paz, algo de solución. Hay al menos cuatro historias en la misma trama, cada una enlazada con maestría y con decisión con las restantes, con una historia subyacente que te recuerda a cada instante que Lagercrantz es un fervor admirador de Larsson y por supuesto un digno heredero.

Incluso hay un momento en que Lisbeth, la dura hacker fría como el hielo, me ha hecho llorar.

En resumen, lo que Lagercrantz ha conseguido es robarme el aliento, las horas de sueño, las ganas de hacer cualquier otra cosa que no sea devorar las más de 600 páginas de su conseguidísimo Millenium 4. No veo la hora de la quinta entrega. Contaré los días. No lo dudéis.